martes, 14 de junio de 2016

Un año más

Parece mentira como pasan los años.

Este año programo este post, porque mi cumpleaños lo voy a pasar en la playa, así que no me puedo quejar. Un año más cae hoy.  Ha sido un año en general bastante bueno, y sobre todo, con mucho aprendizaje.

He aprendido que hay que saber tener paciencia, que es mejor no estar contando los días que faltan para X, mejor hacer que cada día, cuente. He aprendido a ser constante con lo que quiero, porque quien la sigue, la consigue.

Sigo aprendiendo que hay cosas que no se pueden cambiar, simplemente hay que aceptarlo e intentar mirarlo desde otro punto de vista. Que si no te gusta algo de alguien o de ti mismo, lo mejor es aceptarlo, ya que hay cosas que no cambian nunca, y mejor no intentarlas cambiar.

He aprendido que por muchas diferencias que tengan dos personas, si realmente se quiere, se puede. Se intentan aceptar cosas, se aprenden nuevas visiones de la vida... He descubierto además lo que algunas personas estarían dispuestas a hacer por mí, sin yo pedírselo (gracias).

Estoy aprendiendo (a veces me cuesta) que hay tantas verdades como personas en el mundo. Que lo que a mí me apasiona otro lo puede aborrecer, y lo que le encanta a otro a mi me puede aburrir. Que hay muchas soluciones diferentes para un mismo problema. Todo depende del punto de vista del que mire, y muy bien, si no la vida sería muy aburrida.

Aunque a mí me guste estar siempre haciendo mil cosas a la vez, mil cursos, planificar todo, etc, hay gente para la cual su plan perfecto es estar tirado en el sofá sin hacer nada. Plan igual de válido que el mío, pero a veces me pongo nerviosa porque me gusta estar siempre haciendo cosas productivas, y a veces no llego a entender a estas personas... ¡A intentar dejar de planificar, vivir el día a día y relajarme un poco!

Todavía queda mucho más por aprender y mejorar. Este año espero que sea el año del cambio. De dejarme de trabajos temporales y por fin lograr algo estable, y poder independizarme por fin. Es lo que le pido a mis 28.

¡Gracias, vida!


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Post relacionados:
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martes, 7 de junio de 2016

Puntos de vista II

Tres albañiles estaban desempeñando la misma tarea a las afueras de un pueblo. De pronto apareció un niño, que se acercó a ellos con curiosidad. Estaba intrigado por el tipo de obra que estaban construyendo.

Al observar al primer obrero, se dio cuenta de que no paraba de negar con la cabeza. Parecía molesto y enfadado. Sin embrago, el pequeño se armó de valor y le preguntó: 



- ¿Qué está usted haciendo?”

El albañil, incrédulo, lo miró despectivamente y le respondió: 

- Qué pregunta más estúpida es esa…¿Acaso no lo ves? ¡Estoy poniendo ladrillos!


Aquella respuesta no fue suficiente para el niño. Por eso se dirigió al segundo operario, cuya mirada irradiaba resignación e indiferencia. De ahí que en esta ocasión el chaval tratara de actuar con algo más de precaución:

- Perdone que le interrumpa, señor- dijo el chaval con cautela. - Si es tan amable, ¿me podría decir qué está usted haciendo?. Cabizbajo, el albañil se limitó a contestarle: 

- Nada importante. Tan solo estoy levantando una pared


Finalmente, el niño se acercó hasta el tercer obrero, que estaba silvando alegremente. Era evidente que estaba disfrutando de su tarea. Tanto es así que el chaval se acercó con más tranquilidad y confianza. Y nada más verlo, el albañil le saludó: 

- ¡Buenos días, jovencito! ¿Qué te trae por esta obra? 

- Buenos días, señor  -dijo el chaval con timidez-. Tengo mucha curiosidad por saber qué está usted haciendo. 

Aquel comentario provocó que el operario irradiara una enorme sonrisa. Y, con cierto tono de satisfacción, le respondió: 

- ¡Estoy construyendo el hospital infantil del pueblo!


[http://coloreareldibujo.blogspot.com.es/]


[Cuento extraído del libro "El Sintentido Común", de Borja Villaseca. P. 235-236]