Siempre soñamos que seremos felices cuando cobremos más. O cuando nos vayamos de casa, o cuando tengamos un coche mejor. La realidad es que no. Cuando pasen esas cosas que tanto esperamos, al final nos acostumbraremos a ellas, y seguiremos queriendo más y más cosas.
Por otra parte, creo que una de las peores actitudes que puede tener uno, es la indecisión. Perder la vida mientras tomas decisiones, la mayoría insustanciales. Y lo peor es cuando muchas veces después de ello, pensamos en el que hubiera pasado si hubiéramos hecho lo contrario...
Y lo que deberíamos hacer, es, simplemente, vivir. Cuando dejemos este mundo, la mayoría de los objetos que dejemos los tirarán o venderán, y lo único que quedará, es todo lo vivido y lo compartido con nuestros seres queridos
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