Hay dos tipos de personas: las que
arriesgan y las que no. Yo tiendo a ser más del segundo tipo, precavida con las
cosas, pero creo que al final, hay que arriesgar siempre un poco.
Yo soy de las que desde muy pequeña,
siempre estaba ahorrando “para la hipoteca”, así literalmente, no sé cómo podía
pensar ya eso siendo niña. Ahora ya cerca de mis treinta, sigo pensando lo
mismo, pero con la diferencia de que mi generación o es rica o tiene un trabajo
buenísimo, o si no no nos podemos pagar una hipoteca con una entrada grande del
piso, y no podemos tener asegurado que no nos vayan a echar del trabajo y vayamos
a poder pagarlo.
Hace poco alguien me dijo, que un conocido
suyo ganaba 900€, con un alquiler de 800€ en el centro más gastos, compartido
con su novio, y que les costaba llegar a fin de mes. Y yo le dije: ¿ella es
feliz así? Si lo es por haberse ido de casa y estar viviendo con su novio
en el centro, bien por ella. Llegado el caso siempre se puede tirar de ahorros,
y en el caso de no tenerlos seguro que siempre SIEMPRE hay alguien ahí para
ayudarte, sea la familia o la propia pareja.
Como siempre digo, si estás buscando el
momento perfecto para hacer algo, nunca llega.
El momento perfecto para irte de casa, el momento perfecto para tener un
hijo, etc… Nunca es el momento perfecto, parece que siempre falta algo. Por eso
además ahora hay muchos problemas para tener hijos, porque la gente espera
demasiado, y luego ya no puede… Pero si te decides a arriesgar por ello, por lo
que realmente quieres, haces que para ti, ese momento sí sea perfecto.
En este 2017, no vamos a esperar a que
pasen cosas. Vamos a hacer que pasen cosas.
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