domingo, 28 de octubre de 2012

La vida es como un cubo de mierda

Hace exactamente una semana, tuve una charla complicada con una pesona que hacía tiempo que no veía. Estábamos los dos demasiado trágicos respecto a la vida, y él me contó un símil sobre la vida, que una vez se inventó o alguien le contó. La he intentado buscar por Internet pero no existe, así que la relato tal y como me la contó él. Disculpad el vocabulario empleado.

La vida es como un cubo de mierda.
Cuando nacemos, todos lo hacemos con un cubo imaginario. A medida que vamos creciendo, el cubo se nos va llenando de mierda.
Cuando eres pequeño, son tus padres los que van sacando la mierda de tu cubo, la poca que entra siendo niños.
Cuando ya empezamos a ser adultos, tenemos que encargarnos de sobrevivir, quitando día a día la mierda acumulada.
Si un día no dedicas algo de tiempo para quitar mierda de tu cubo, éste se llenará, y llenará, y al final tendrás que pedir ayuda para que alguien lo vacíe contigo.
Habrá veces, que alguien se sienta decepcionado, y se dedique a salpicar de su mierda en cubos ajenos. Y el caso contrario, que nuestro cubo esté tan lleno, y estemos cabreados con alguien, y echemos un poco de la mierda de nuestro cubo, en el suyo, quízás queriendo, o quizás sin querer.

Moraleja: la vida es un continuo caminar, un continuo tirar para delante esforzándonos por estar bien. En la vida muchas veces gente nos hará daño, pero lo que hay que hacer, siempe, es tirar hacia delante. Solo así, e intentando no salpicar a los demás con nuestros problemas, y pidiendo ayuda cuando sea necesario, podremos vivir tranquilos.




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Gracias por todas y cada una de las palabras de aquel día, por aquellas miradas que tanto hablaban sin necesidad de decir nada, y por ser la única persona que percibió tristeza en mi mirada escondida entre sonrisas.

4 comentarios:

  1. Justamente, hace un rato, he tenido una conversación parecida con una persona. Las dos estábamos de acuerdo en que no hay que hay que intentar seguir hacia delante aun con toda la mierda que haya encima; que muchas veces es necesario hablar con alguien de eso que nos está pasando (o con nosotros mismos) para darnos cuenta de que lo que está ocurriendo es real...

    Así que esta entrada no ha podido aparecer en mejor momento. ¿Casualidad? :)

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  2. ¡Me encantan estas "casualidades"!
    Y como yo siempre digo, no creo en las casualidades, así que algo por ahí extraño quería que tuvieras esa conversación, y luego leer mi post.

    Muy de acuerdo contigo, pero hay que tener mucho cuidado con a quién se cuentan las cosas, y hay cosas que quizás no deberían contarse. Yo lo que hago en ese caso, es escribir. Escribo, lo suelto todo, y al final es como si se lo hubiera contado a alguien, pero sin que nadie lo sepa. Normalmente lo guardo y ahí se queda, o a veces lo publico encriptado en el blog, y de esta forma también lo suelto, pero sin decir nada :)

    Gracias por el comentario, ¡qué rápida has sido!

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  3. Me da un poco de asquete, pero la verdad es que no le falta razón. Prefiero pensar en las "cargas" de Cómo conocí a vuestra madre, que serían todas esas cosas que nos dejan huella (un ex malvado, una ruptura muy chunga, el divorcio de los padres siendo pequeños... cosas así) y nos dificultan ser felices. En la serie, salían representadas como maletas o baúles, más grandes en función del "peso" de la carga. Cuando confías en alguien, ese alguien te ayuda a llevar esa carga y entre dos, es más soportable.

    Por cierto, buen recurso lo de escribir ;)

    ¡Besos!

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  4. Anda, que curioso lo de las maletas, me ha gustado mucho :)
    Si, a mí me viene muy bien siempre, lo suelto todo, luego lo borro (o a veces lo guardo) y a seguir! :)
    ¡Gracias por el comentario!

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