domingo, 31 de marzo de 2013

Ilusión

Acabando las vacaciones de Semana Santa, os dejo un pequeño cuento de Jorge Bucay. En él se ve que cuando realmente queremos a alguien, nos da igual que sea alto o bajo, guapo o feo, gordo o delgado. Porque cuando nos enamoramos, lo único importante, es el sentimiento que se genera y a partir de ahí, hacemos que nuestra realidad cambie. 



"Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¿cómo no?)
de una princesa hermosa y rubia...
Un día, la princesa -vaya usted a saber por qué-
dio un beso al feo y gordo campesino...
y, mágicamente, éste se transformo
en un esbelto y apuesto príncipe.
(Por lo menos, así lo veía ella...)
(Por lo menos, así se sentía él...)"

Ilusión [en Cuentos para pensar]
Jorge Bucay

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