viernes, 16 de noviembre de 2012

Mensajes por palabras...

Desde hace algo más de dos años existe una aplicación gratuita de mensajería instantánea para móviles. Seguro que todos sabéis a qué me refiero, ya que en el último año se ha puesto muy de moda: el WhatsApp. Hoy en día, parece que quién no lo tiene, es el "amigo caro", al que hay que mandar un sms para quedar y no un WhatsApp.

Sin embargo... ¿es tan bueno y tal útil como aparenta ser? Tengo amigas a las que las han amenazado por WhatssApp. Tengo amigos, que lo han dejado con sus parejas por WhatsApp. No es oro todo lo que reluce.

Yo confieso que lo tengo instalado en el móvil, aunque también digo que me lo instalé justo antes de ir a Canadá, para así tener una vía de comunicación rápida y barata con los míos, siempre que tuviera Wi-fi. Si, soy de esas que aún va por Wi-fi, no tengo tarifa de datos ni quiero tenerla, al menos de momento.

Hay muchos artículos y vídeos, que demuestran que WhatssApp es un "rompe-parejas". Y realmente lo es, conozco varios casos cercanos. Yo lo que he tenido han sido discusiones con amigos a través de WhatssApp, malentendidos tontos que en persona no suceden. Sólo por WhatssApp, Messenger, Chats y derivados. Es lo que tienen las palabras escritas, se puede malinterpretar el tono y el sentido.

Además de ello, en WhatsApp aparece la hora de tu última conexión. De esta forma, puedes ver la última vez que se ha conectado cierta persona, puedes saber si han leído algún mensaje que hayas mandado... Esto es positivo, pero a la vez negativo. Poniendo la hora de conexión, hace que estés controlado, que alguien pueda mosquearse porque te has conectado, has visto su mensaje y no has respondido. Esto es lo que a veces crea malentendidos entre amigos, y sobre todo entre parejas, al ver horas de conexión raras, o al revés, al ver que lleva mucho tiempo sin conectarse.

Yo no he logrado descurbir como se hace, pero al parecer hay una opción en la que puedes hacer que no aparezcan tus conexiones. Pero como haciendo esto, al parecer, tampoco puedes ver cuando se conectan los demás, así que casi nadie lo tiene activado.

Muchas personas se enfadan si ven que has leído sus mensajes, y no te responden. Personalmente, yo soy de las que muchas veces ven el WhatsApp, pero no responden, o tardan bastante en responder. Por lo tanto, si a mí no me responden, a no ser que sea algo urgente, me da exactamente igual, y no me enfado como hacen muchos.

Yo desde que tengo WhatssApp, lo que veo es una cosa: me he ahorrado mucho en sms, pero también he "perdido" en palabras. Antes, los sms te los currabas, para que cupiera todo en los caracteres correspondientes. Antes, escribías todo en un mensaje, ahora no se curra nada.

Yo las felicitaciones de cumpleaños, los "gracias por haber venido hoy", y cosas similares, cosas que me importan, las mando por sms y no por WhatsApp. Aunque también sea otro medio de comunicación escrito, me parece mucho más personal, y sin desgastar las palabras.

Al final de la entrada os dejo unos links interesantes sobre el WhatsApp, con noticias y artículos interesantes sobre el uso de esta aplicación. . Os dejo además dos vídeos con los que os váis a reír mucho. El primero no tiene desperdicio, yo me reí mucho la primera vez que lo ví :)






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- Cómo afecta WhatsApp a tu relación de pareja (artículo)
- Cómo afecta el WhatsApp a las relaciones de pareja (artículo)
- WhatsApp, la aplicación rompeparejas (noticia)
- WhatsApp, la controladora App que nos hace sentir en la obligación de contestar (noticia)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Casualidad, ¿o no?

Quien bien me conoce sabe que yo no creo en las casualidades.  Tampoco es que crea en el destino, pero puestos a elegir, últimamente me pasan tantas casualidades que no pueden ser casualidad...

Seguro que os ha pasado alguna vez algo de esto:
- Estar pensando en una persona que hace tiempo que no ves, y justo te llama por teléfono o te la encuentras por la calle. Con todo el mundo con el que he hablado, le ha pasado alguna vez. Pensar en alguien que hace tiempo que no ves, y justo, que esa persona te llame. Parece que con los pensamientos, le has invocado...

- Estar pensando en una canción, y encender la radio y que sea lo que está sonando, o tener la radio puesta y justo sea la siguiente canción. Esté o no de moda, me ha pasado muchas veces eso de pensar en una canción, y segundos después, ponerla en la radio. A veces asusta, parece que alguien te está leyendo la mente.

- Un día tenías que hacer algo, o ir a algún sitio, pero a última hora, no vas. Y justo por no ir, te salvas de algo, o te ocurre algo mejor que si hubieras ido...  De esas, he tenido muchísimas experiencias.

Teniendo 12 o 13 años, recuerdo un día en el que volvía del colegio, sola. Tenía que pasar por un paso de peatones, pero de camino, en una cabina telefónica me pareció ver una moneda, y me paré, y tardé diez segundos más en llegar al paso de peatones. Y justo ahí, en el punto donde yo tenía que estar, había una señora en el suelo, herida: del viento, se había caído una letra de uno de los carteles luminosos de la Gran Vía. El haber pensado que había una moneda en la cabina, me salvó quizás de caerme la letra encima. Siempre pienso que hubo "algo" ahí que hizo que me detuviera en la cabina.

Otra vez también a esa edad, tenía que hacer varios recados al lado de mi casa, y entre uno y otro, tenía que pasar por la puerta de mi casa, sin entrar. No sé por qué, al pasar por mi puerta, me entró una sensación muy fuerte de que debía entrar. No hice caso, y no entré. Cuando llegué a mi casa, me enteré de que dos amigas habían venido a visitarme, sin avisar. Subieron a mi casa, esperaron, y como yo no llegaba se fueron, y al bajar se quedaron encerradas en el patio de mi casa (sí, mi casa es rara xDD). Al final las pudieron sacar, y luego me contaron todo. Ahí me acordé de la sensación tan fuerte que sentí de que tenía que entrar en mi casa, pero no lo hice... Y resulta que estaba pasando todo eso. Y yo me pregunto: ¿Qué es lo que hacía que yo sintiera esa sensación? Cosas inexplicables...


"Casualiades" J.T.R.  http://www.gatotonto.com/casualidades.html


Sensibilidad, percepción, llamadlo como queráis. Pero yo sé que cuando vuelva a tener esa sensación tan fuerte, tengo que hacerla caso. Nunca me ha fallado.

¿Existen las casualidades, o todo pasa por algo? Yo soy de las que piensa que todo pasa por algo. Si eliges estudiar una carrera en concreto, es porque algo había ahí que hizo que lo eligieras para que luego te pasaran ciertas cosas. Si un día vuelves a tu casa a cierta hora, algo había que hizo que volvieras justo a esa hora, y por ese lugar, para que te encontraras con cierta persona. Todos guiamos y construimos nuestra propia vida, pero siempre he pensado que las casualidades no son casualidad, que todo pasa por algo.

Yo soy de las que piensa que muchas cosas que nos suceden, no son casualidad, son "señales". Estar pensando en una persona, y que justo aparezca algo que te recuerde a ella. Estar pensando en si hacer algo o no, y que salga en la radio una canción o una historia que te anime o no a hacerlo... No sé si señales o no, pero para mí, las casualidades no existen.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Si se acabara el mundo mañana, correría a buscarte...

Reflexiones en una madrugada cualquiera,
Y yo me pregunto...

¿Por qué no podemos arriesgarnos a amar, arriesgarnos a vivir como nos gustaría vivir? ¿Por qué tantas normas? ¿Por qué las parejas infelices no se dejan, por el miedo al qué dirán o a estar de nuevo solas? ¿Por qué aquellos que ponen los cuernos no dejan a su pareja y se van con la otra persona si tanto la dicen (supongo) que la quieren? ¿Por qué tanta falsedad?

Si se acabara el mundo mañana, si todos supiéramos la fecha de nuestra muerte, quizás la disfrutaríamos más. Estoy segura de que si nos dicen que nos vamos a morir pasado mañana, dejaríamos todo y correríamos a hacer lo que queremos. Nos iríamos a coger a aquella persona especial que tanto queremos pero no se lo decimos, nos libraríamos de ataduras que no queremos tener, y sabiendo el tiempo que nos queda de vida, sabríamos disfrutar al máximo de cada segundo.

Pero por desgracia, la vida no es así., Quizás cuando estemos a punto de morir, nos arrepintamos de haber malgastado tanto tiempo con aquella persona que no queríamos, de no haber dicho Te Quiero a quienes realmente queremos, de no haber luchado por aquel que tanto nos importa, o de no haber secado las lágrimas de aquella persona importante para nosotros...

En fin, a despertar, que no está bien soñar tanto despierta.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Conociendo el casco histórico de Madrid...

El día de Todos los Santos, el Ayuntamiento de Madrid realizó una visita gratuita por el centro de Madrid. Al parecer, esta visita lleva varios años haciéndose en esta fecha, teniendo diferente recorrido cada año. La visita se llamaba "Crimen y Misterio en Madrid", aunque de Crimen y Misterio tuvo poco. El recorrido de este año se centró en el Casco Antiguo de la ciudad. Me gustó bastante, y quería dejarlo grabado en un post, para mí y para todo el que quiera leerlo.

El Madrid de los Austrias, S. XVIII

La visita duró dos horas, y comenzó en la Plaza Mayor. Los edificios más antiguos de esta plaza, son los de de la Casa de la Panadería, y justo el de en frente, en el que había una famosa carnicería. La plaza se fue cerrando más adelante. En el Siglo XVIII se realizaban ejecuciones. Ha sufrido tres incendios a lo largo de su historia, el más grave en 1790, el cual la destruyó.

Una curiosidad de la plaza, es el caballo que se encuentra en el centro, de Felipe III. Se instaló en sus inicios en la Casa de Campo de Madrid. El caballo original, tenía la boca abierta, y al trasladarlo a la Plaza Mayor, se la cerraron. ¿El motivo? Por la boca entraron muchos pájaros, los cuales luego no sabían como salir. Se abrió al caballo, y aparecieron decenas de pájaros muertos en su interior. Por esa razón, cuando se trasladó se cerró la boca del caballo.

Otra curiosidad sobre la Plaza Mayor, son las cuatro farolas que tiene. En ella, se muestra la historia de la plaza: están dibujados los incendios, ejecuciones, toros...

Caballo de Felipe III, y Casa de la Panadería

La visita continúo por la calle Ciudad Rodrigo, en la que nos enseñaron una taberna histórica, la cuál era el refugio de los asesinos a sueldo en el siglo XVIII.  Continuamos por el Mercado de San Miguel, construído en 1916, es el mercado de hierro más antiguo de Madrid.

Llegamos a la Plaza de la Villa, donde se encontraba el antiguo Ayuntamiento de Madrid. Recibe ese nombre por ser la plaza más importante de la época. Los edificios más antiguos, son los de la izquierda según se entra a la plaza por la calle Mayor, datan del S. XV, de estilo gótico-mudéjar. La Torre situada a a izquierda de la plaza, es una antigua cárcel. A su derecha, se encuentra una de las casas donde vivió Cisneros, de estilo plateresco. Y el edificio de la derecha, es la casa consistorial, el antiguo Ayuntamiento. En esta plaza tuvieron lugar muchas luchas de espadas.

Plaza de la Villa

Seguimos caminando por la Calle Mayor, hasta la calle Duque de Nájera. En esta calle se encuentra el Palacio de Cañete, ahora museo. Data del S. XVI.  En él, se asesinaron al Marqués de Cañete en 1654. Cuando se descubrió a su asesino, Antonio Amada, se le condenó a la horca en la plaza Mayor, de la cual se acabó, pero fue encarcelado, donde murió.  Para que nadie más cometiera crímenes, le cortaron la mano derecha y la colgaron en la puerta del palacio. A partir de ahí se empezaron a escuchar ruidos extraños en el edificio. Finalmente, se descubrió que el asesino no había sido él, sino uno de sus criados. Quitaron la mano de la puerta, y dejaron de escucharse ruidos.  Más información sobre estos hecho en este link.

Caminando por la calle Mayor hasta el final, llegamos a la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, de estilo barroco, donde se celebran muchas bodas y bautizos de militares y familiares.

En frente de la iglesia, encontramos un monumento con un ángel símbolo de un día de 1913. Aquel día, se casaron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, en Los Jerónimos  Los recién casados pasaban en su coche de caballos por esa calle, mientras la gente les recibía. En el edificio de enfrente del monumento, en un balcón del último piso, hay siempre un lazo puesto. Desde ese balcón, alguien tiró un ramo de flores, con una bomba en su interior. No mató a los reyes, pero sí hubo 28 fallecidos y más de 100 heridos. En 1936, se levantó el monumento a los fallecidos en ese acto.

Monumento atentado boda Alfonso XIII. Al fondo, Iglesia Castrana (foto de Minube.com)

Cerquita de allí en la acera de enfrente, hay una pequeña calle, la Almudena. Ahí estuvo la Iglesia de Nuestra Señora de la Almudena. Aún se pueden ver los restos desde una cristalera, con una maqueta al lado. No hay que confundirlo con la catedral que lleva también ese nombre, situada en sus proximidades.

Al final de la Calle Mayor, se encuentra la Catedral de la Almudena, patrona de Madrid. Es de estilo neogótico, con el techo muy colorido. Tardó en construirse cien años, desde 1883 hasta 1993. En su entrada, hay una estatua del anterior papa, Juan Pablo II.

Catedral de la Almudena
La Plaza de Oriente, junto al Palacio Real, es un buen lugar para pasear. En dicha plaza y en el Retiro, hay en la actualidad muchas estatuas de reyes godos. En principio todas ellas estaban en lo alto del Palacio Real, decorándolo. Un día, Carlos III tuvo un sueño, en el que vio como una oscura sombra empujaba una de las estatuas para matarlo. Cuando se despertó ese día, mandó quitar la mayoría de las estatuas de lo alto del palacio, y colocarlas en la Plaza de Oriente y en el Retiro.
El caballo que están en el centro de la plaza, de Felipe IV, es el primero del mundo en sostenerse en dos patas.

Estatuas de la Plaza de Oriente
Plaza de Oriente y Palacio Real

Cerquita del Palacio Real, se encuentra el Viaducto de Segovia, también conocido como Puente de los Suicidas, debido a la elevada cantidad de gente que ha acudido allí para suicidarse. A principios del os años 90, se pusieron unos cristales de seguridad para evitarlo. En el siglo XIX, ocurrió una historia a lo Romeo y Julieta: una pareja a los cuales no dejaban estar juntos. Ella fue al puente con la intención de quitarse la vida, con la suerte de que llevar un vestido la salvó de la fuerte caída. No murió, y el hecho de haberse tirado hizo recapacitar a la familia, y les permitieron casarte. Murió dando a luz a su hijo número 14.

Continuando por la calle Sacramento, llegamos a una plaza donde actualmente hay un párking. En su lugar antes había viejos edificios donde ocurrieron extraños sucesos:

Plaza de Madrid

- Casa Cruz de Palo: en esta casa vivía un matrimonio árabe, en el cual ella tenía por amante a un cristiano. Un día el marido les pilló, y mató al cristiano, enterrándolo en el techo de la vivienda. Pasaron los años, y tras la muerte de su marido, la mujer hizo público su romance y aseinato, siguió demostrando su amor por él, se pasó al cristianismo  y colocó una cruz de palo junto al techo donde lo escondieron. En 1972 se tiró el edificio.

- Por la misma época, había un guardia de la Corte Real, que era muy mujeriego. Un día vió como una doncella le llamaba desde un balcón. Subió, y pasaron una noche de amor. Al día siguiente, se quedó dormido y apresuró a irse al trabajo. De camino, se dio cuenta de que había olvidado su espadín, Comenzó a llamar y llamar a la puerta, y nadie le abría. Hasta que un vecino, le dijo que esa casa lleva más de 40 años cerrada, que es imposible que haya estado allí. Aún así, fue a buscar las llaves, y entraron. Efectivamente, la casa llevaba años cerrada, se notaba mucho polvo y todo roto y descuidado. Se acercó a la habitación donde durmió, y efectivamente, allí estaba su espadín.
Él consideró este hecho como una señal para dejar de ser tan mujeriego, y se metió a monje.

- Una historia reciente de esta plaza, cuenta como dos viejecitas vivían solas, rodeadas de gatos. Un día de repente, las dejaron de ver. Con el paso del tiempo, los vecinos se extrañaron, por lo que entraron en la casa, y descubrieron como las mujeres habían sido devoradas por sus gatos.

Calle Sacramento

La visita continúo por la calle del Rollo, una calle con escaleras. Ahí nos mostraron un ejemplo de "Casa con Malicia". En el Siglo XVI, en el Madrid de Luces y Sombras, con Felipe II, cuando Madrid se hizo capital, se estableció la Ley Regalía. Esta ley decía que los pisos que tuvieran más de una planta, tenían la obligación de acoger en su casa a la gente que no tuviera techo. Como nadie quería hacerlo, ponían extrañas ventanas a diferentes niveles, para que por fuera pareciera que solo tenían una planta, o una planta y un establo, y de esta forma no tener que acoger a nadie..

Continuamos le recorrido por la calle del Conde, y la Calle del Cordón, siguiendo por la Calle San Justo. En esta última calle, se encuentra la Basílica Pontificia de San Miguel, una basílica de estilo barroco, muy pequeña, que destaca por su gran altura.

Continuamos hacia la Plaza Puerta Cerrada, en la que se encontraban las murallas de Madrid, en el S. XVIII. Se llamaba así la plaza, porque la puerta de esa muralla siempre se encontraba cerrada, debido a las malas gentes de la zona.

Acabamos la visita en la Calle Cuchilleros, donde había muchos artesanos que fabricaban cuchillos para la antigua carnicería de la plaza Mayor. Ahí además se encuentra el restaurante más antiguo de Madrid, anterior posada.

Como hemos podido ver, en el Barrio de los Austrias, también conocido como "Villa y Corte de Madrid",  hay un poco de todo: iglesias, palacios, callejuelas, tabernas. Casi todo realizado con piedra granítica, ladrillo y pizarra. Recomiendo a todos los amantes de la historia de Madrid, informarse de visitas guiadas. En fechas especiales las hay gratuitas, y el resto del año las ofrecen pagando.


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Las imágenes están sacadas de diversas páginas de Internet.

Links relevantes:
- Blog Visitando Madrid 2009 vs 2012.  http://visitandomadrid.wordpress.com/
- Blog Pasión por Madrid http://pasionpormadrid.blogspot.com.es/
- Blog Madrid Foto a Foto http://madridfotoafoto.blogspot.com.es/
- Estatuas de Caballos en Madrid http://www.hostalhorizonte.com/de/node/1757
- Barrio de los Austrias  http://cromacultura.com/2012/04/el-madrid-de-los-austrias-un-singular.html

martes, 6 de noviembre de 2012

Piensa en resultados :)


Continuamente en la vida, tenemos que estar haciendo cosas que no nos gustan por muy simples que sean: quizás sea algo sencillo, o algo aburrido como limpiar, o algo más complicado como un trabajo, un proyecto, o simplemente, estudiar.

Yo para motivarme para hacer cosas que no me gusten, tengo un pequeño truco: pensar en resultados. Cuando se presente algo aburrido, piensa en qué va a pasar cuando llegues a la meta. Imagina que ya lo has conseguido, que ya lo tienes, siéntelo. Vívelo antes de que suceda. De esa forma, imaginando y sintiendo cómo será, te motivarás mucho más para hacer la tarea, sea cual sea..

Piensa en resultados, a mí me funciona :)

domingo, 4 de noviembre de 2012

Miradas que hablan sin palabras...

Miradas que no querían encontrarse. Miradas que si se cruzaban, surgirían muchas cosas, demasiadas. Mucho tiempo había pasado ya de aquel día, muchísimo. Y de repente, otra vez. Diferente lugar, misma compañía, un año más.

Miradas que no necesitan palabras, que lo dicen todo. Miradas que no deben cruzarse, pero que hablan por sí solas, diciendo lo mismo que aquel día en el que se conocieron...

Y al final, uno se pregunta: quizás, las fugaces, preciosas e intensas historias, hay que dejarlas ahí.. Porque como se vuelvan a encontrar, son profundamente inevitables...

Y por ser inevitables, quizás, debería dejarse que ocurrieran...
Ese quiero y no puedo... O quiero pero no debo...

Hay demasiadas normas que no quieren que esas miradas acaben de encontrarse del todo... Demasiadas obligaciones, demasiadas cosas por las cuales, uno no se debería dejar llevar por sentimientos...

Miedo. Nostalgia.
Hacer lo correcto... o hacer lo que sentimos...


jueves, 1 de noviembre de 2012

El reloj parado a las 7


"En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas desde casi siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto.

Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared. Sin embargo, hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix.

Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del mundo.

Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes callan su canto y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que una vez detuvo su andar.

Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él.

También yo estoy detenido en un tiempo. También yo me siento clavado e inmóvil. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía.

Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora.

Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable.

La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como mi amigo el reloj, también se me escapa el tiempo de los demás.

Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar vida.

Pero sé que la vida es otra cosa.
Yo sé que la vida, la de verdad, es la suma de aquellos momentos que, aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía del universo.

Casi todo el mundo, pobre, cree que vive.
Solo hay momentos de plenitud, y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir para siempre, quedarán condenados al mundo del gris y repetitivo andar de la cotidianidad.

Por eso te amo reloj. Porque somos la misma cosa tú y yo."

"El reloj parado a las siete", Giovanni Papini
Extraído de 'Déjame que te cuente', de Jorge Bucay.


Gracias por aquel regalo aquellas Navidades de 2009

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Por el recuerdo de aquellos fugaces momentos, que nos hacen sentir vivos... Aquellos momentos, que son los que nos impulsan a seguir viviendo en este mundo de locos... Gracias