21 días de emociones, de visitas, de sueños, de muchas enseñanzas nuevas...
Hace varios días volví a Madrid, haciendo escala en Amsterdam. Llegué emocionada por tener que despedirme de los que he conocido allí, pero también con ganas de ver a los de aquí. Aunque en estos días aquí, realmente todavía no he visto a casi nadie.
Solo decir que he aprendido muchísimo, mientras iba conociendo a muchísima gente interesante, he vivido muchos momentos al otro lado del atlántico con compañeros con los que me gustaría no perder el contacto. Los primeros días fueron un poco caos, sin conocer nada... Aún recuerdo el primer día, me perdí cuando llegué del aeropuerto, pregunté por la calle, y un chico me llevó hasta la puerta de mi casa... :)
A su vez tenía muchas ganas de volver a Madrid. De volver a mi mundo, con mi gente, y ver a todos los que he echado de menos... Aunque cuando una llega a Madrid, se encuentra con que quizás no todo está como esperaba, ni está la gente que esperaba.
Hablando más inglés, con la mente abierta a nuevas culturas por descubrir, que la vida son dos días, que en el momento que eres feliz, te das cuenta del precioso tiempo que has perdido al no serlo al cargar con viejos lastres o viejas personas que no aportaban ningún bien a mi vida. Con nuevas alas para volar, para olvidar algunas cosas y para encontrar otras muchas más. Con muchas experiencias nuevas que contar.
Siempre recordaré diferentes momentos como aquella noche en las islas viendo las impresionantes vistas de Toronto de noche, como aquel día en la Torre CN viendo la ciudad desde lo alto... Las increíbles Cataratas del Niágara, el Canadá francés... Las clases, siempre me acordaré de aquel hilo musical del profesor en medio de las clase, aquel "everyone falls in love sometimes". ¡Lo que me he reído asistiendo a clase, nunca pensé que fuera tan divertido!
Pero como me dijeron una vez: no llores por lo que acabó, sonríe por lo que pasó... :)
A mediados de septiembre se publicarán tres post sobre cosas para ver en Toronto en concreto, y en Canadá en general. Hasta entonces, os dejo con la que sin duda es, una de las canciones que más ha marcado mi estancia en Toronto.
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