En este preciso momento, mientas se publica esta entrada programada, yo estaré en tierras del norte peninsular. Justo dentro de cinco horitas nací, hace 24 años...
Y como cada año, hago balance… Los 23 los comencé ya ni recuerdo como, aunque sí recuerdo con quién. Y los acabaré en un viaje, nunca lo hubiera imaginado... Con suerte, viendo el atardecer frente al mar... :)
Año completito: final del máster, trabajo en un medio de comunicación, y ahora en una universidad… Me he vuelto adicta a teniendo trabajo, seguir echando currículums y currículums. Ruta en bicicleta por Rascafría, viajes a Almería, Barcelona, Acampada a La Panera, París, Copenhague… Conciertos y más conciertos, muchos grupos nuevos descubiertos y más que faltan aún por descubrir. Verano muy extraño, entre decepciones y semanas de grandes ilusiones. Otoño saboreando vacaciones académicas, invierno con nuevas ilusiones, y primavera llena de demasiadas tonterías, y de demasiadas reflexiones…
Los que realmente me conocéis, sabéis que ha sido un año catastrófico en muchos aspectos. En demasiados quizás. Pero a la vez, un año muy feliz en muchas cosas. He aprendido algo que a veces aún cuesta, pero es necesario que todos sepamos hacerlo: saber estar con uno mismo, saber disfrutar de nuestra propia compañía, saber estar solo con uno mismo y aprender a valorarse. He aprendido que la distancia separa a muchas personas, pero también el tiempo hace que vuelvas a reunirte con las que realmente importan. Con las que realmente se preocupan por ti. Gracias.
He aprendido que no se necesita a una sola persona para ser feliz, como muchas veces se cree. Se necesita un poco de cada persona, un poco de cada trocito de tu vida. No se puede dar a nadie la responsabilidad de hacerte feliz. Uno tiene que ser feliz por sí mismo, con esa persona, y a la vez, con el resto de personas, cosas y situaciones que construyen el mundo de cada uno…
Yo sigo siendo la persona más optimista del planeta, como siempre me dicen. La persona que sin querer, mira por los demás antes que por mí misma, y que mira el lado bueno hasta de lo peor que pueda suceder. Que aunque a veces haga cosas por impulso, nunca me arrepentiré de nada, porque la vida al final la elige uno mismo.
Gracias a todos y cada uno los que habeis formado parte de mi vida en este año. Gracias por aportar un trocito de vosotros a mi vida.
Yo seguiré feliz por la vida regalando sonrisas a cualquiera que se cruce por mi camino. Porque ese es mi espíritu, y así seguirá siendo.
Por mis 24… :)
- Trozo de mi tarta del año pasado -
No te imaginas lo que me alegra leer varios párrafos de esta entrada. Por descubrirme entre las enseñanzas que has aprendido este año, por ver que realmente sirve de algo decirte las cosas una y mil veces, y por ser un pedacito de tu vida.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades, guapa, y a disfrutar de los 24.
¡Besines!
Muchas gracias, nena! Y gracias por tus palabras! :)
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