Hace poco, en junio y en septiembre, fui a ver la presentación de los proyectos fin de máster de varios amigos. Volver a mi facultad, hizo ver cuánto echo de menos mis años de estudiante. A su vez, me puse a pensar en mis tres años de diplomatura, y mis dos años de máster, y me hice una pregunta: las notas, el expediente académico, ¿realmente determina tus conocimientos?
He llegado a la conclusión que no. Hay asignaturas en las que tengo un sobresaliente, pero porque el profesor era de poner buenas notas a todos, y no aprendí nada. Hay asignaturas en las que tengo un cinco, y son las asignaturas que más me he trabajado de toda la carrera, que quizás se me daban mal, y tener un cinco con sabor a diez, ya que después de dedicarlas horas y horas, las recuerdas muchísimo más que el resto, aunque tengas menos nota. Hay asignaturas, incluso, que son las típicas de estudiar textos enormes, que lo aprendes para el examen, igual tienes muy buena nota, pero a los dos días se ha olvidado todo.
Cada profesor tiene su sistema de evaluación propio. Hay profesores a los que les gusta poner buenas notas, otros que parece que les gusta suspender a los alumnos. Y no es comparable la evaluación de cada profesor, ya que cada uno lo hace a su manera.
Realmente, pienso que el expediente académico no determina los conocimientos reales, sino que dependen del profesor o del tribunal examinador que te toque. Pero por suerte o por desgracia, el expediente está ahí, muestre o no los conocimientos reales.
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