miércoles, 9 de julio de 2014

Decalogo del buen archivero

En la visita a la catedral del Salamanca, puede haber cosas muy interesantes. Por ejemplo, unos documentos históricos, y al lado, el decálogo del buen archivero. Cuando lo visité hace un año me gustó mucho, hoy lo comparto con todos.

1. El buen archivero tiene que ser capaz de manejar un concepto del tiempo especial: el de los archivos.  Un tiempo diferente al cotidiano y que no se mide en segundos, ni horas, porque corre de otro modo. 

2. El buen archivero debe entender esa especial relación que se produce en algunos lugares, -los archivos, por ejemplo, pero no sólo en ellos- entre el pasado, el presente y el futuro. El trabajo en el archivo consiste en viajar permanentemente de uno a otro lugar.

3. Los buenos archiveros deben de ser curiosos, inquietos, preocupados por lo que pasa en el mundo, siempre preguntándose y tratando de interpretar hechos, porque los documentos son eso, hechos.

4. Los buenos archiveros deben de ser cuidadosos, prolijos, limpios y ordenados, y siempre discretos y reservados en lo referente a su trabajo y su responsabilidad.

5. Los buenos archiveros deben de tener olfato para saber qué es verdadero y falso, y qué es o no relevante.

6.  Los buenos archiveros deben ser estudiosos, humildes; aspiran a ser sabios

7.  Los buenos archiveros serían buenos espías, y también exploradores o guías. Saben de mapas, huellas, marcas y señales. 

8.  Los buenos archiveros demuestras desde niños una atracción, a veces no consciente, por la tinta y el papel, su olor, textura; está en su ADN

9.  Los buenos archiveros afortunadamente hoy en día son hombres y mujeres

10.  Los buenos archiveros son buena gente, especialmente cuando están en su hábitat, gente feliz. 


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