jueves, 29 de noviembre de 2012

Cuando alguien se va, alguien nuevo llega

A medida que pasan los años, uno se va dando cuenta de que la vida está compuesta de diferentes etapas, en las que casi sin darte cuenta, vas perdiendo gente por el camino, y encontrando a otros nuevos. Que sales con unas personas o con otras, dependiendo de la etapa en la que estés. Pero no hay que estar triste por lo que hemos perdido, como dice Albert Espinosa, "Las pérdidas, pueden ser ganancias"

En el colegio, por ejemplo, siempre se suelen hacer amigos, y muchos parecen amigos buenísimos, de esos que creen que no se van a separar nunca. Pero luego, una vez acaban el colegio, es inevitable separarse: cada uno empieza a estudiar una cosa, o a trabajar de cosas diferentes, y se cambia de etapa.

Se cambia a una etapa en la que quizás conoces compañeros de universidad/módulo, y "cambias" a tus amigos. No significa que los cambies, significa que en cuanto a gustos para el trabajo futuro, tienen más cosas en común con ellos. Ahí quizás empiezas a salir más con ellos, y menos con aquellos inseparables amigos del colegio. Con los que por supuesto, se puede seguir quedando y hablando, pero seguramente, mucho menos.

Una vez, acabada la universidad/módulo, mundo laboral. Empiezas a procuparte por encontrar trabajo, por juntarte con gente que te pueda decir donde buscar trabajo. Y una vez lo encuentras, se vuelve a "cambiar" de gente con la que vives. Pasas de estar todo el día con compañeros y amigos de clase, a estar todos los días durante bastantes horas, con compañeros de trabajo. La mayoría de ellos se quedarán en eso, "simples" compañeros de trabajo. Pero muchos de ellos sabrán muy bien como es tu vida, en el sentido de en los descansos, en las comidas, ven muchas cosas de tí, o en verte todos los días, ya pueden deducir la expresión de si estás bien, o estás mal.

Cuando cambias de trabajo vuelve a cambiar la vida. Generalmente, a no ser que se haya entablado alguna amistad, se suele perder el contacto con la gente que has trabajado. Personas que un día te conocían bastante bien en el día a día, pero luego pasan a ser desconocidos.


Por eso últimamente, cuando pierdo a alguien, evidentemente me da pena si la otra persona me importa, pero ya me duele menos. Porque son etapas que hay que pasar, y al final, todo el mundo acaba desapareciendo. Unos quizás vuelven, otros ya no. Duele quizás y mucho, todo lo que se hizo por una persona en tantísimo tiempo y que quizás, no supo valorar. Duele quizás marcharse, cuando la otra persona te sigue importando.

Pero como dicen y es cierto, cuando alguien se va, ya llegará otro. Porque me he dado cuenta de que al final, por muchas personas que pierdas, SIEMPRE queda alguien. Sea alguien de toda la vida al que veas muy poco pero con el que sabes que puedas contar, o sea alguien que aparezca nuevo. Es lo bueno de la vida, que cuando alguien se va, alguien nuevo llega.

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Escrito íntegramente el lunes pasado (26.11.2012), inspirado por dos personas que desaparecieron, y casualmente, por otras dos que volvieron días antes.
Un saludo a aquella persona que al saber que me había inspirado una entrada, me dijo "Estoy deseando leer esa amenaza de entrada en tu blog". Yo no hablo a las espaldas de nadie, mi vida es MÍA, y lo que me pase con A, con B o con C, es mi vida, y no lo voy contando por ahí, a diferencia de mucha gente que prefiere meter a más y más terceros. Si alguien me decepciona, lo que digo es que los caminos se han separado, simplemente, diferentes ideas,  diferentes vidas, Y PUNTO, no voy contando a nadie lo que me pasa con terceros. Yo prefiero guardarme esa energía para quedarme con lo bueno de todo lo malo, y pensar en positivo y en cosas como la que he escrito. Y no guardo rencor a NADIE, simplemente, no me sale ser así.
Con uno/a de ellos estoy segura de que se retomará el contacto, con la otra persona, que la vida o el/ella decidan por mí porque hay palabras que duelen, y situaciones que cansan demasiado.

8 comentarios:

  1. Ay, Sara, que bien te entiendo... No te puedes llegar a hacer una idea.
    Sólo decir que la parte en que "unos se irán, otros irán llegando pero siempre habrá alguien que se quede" (resumiéndolo) me parece totalmente cierta.

    Y nada, que cada uno haga con su vida lo que quiera, que luche por lo que crea que debe de luchar y... Que aprenda a dejar ir, duele al principio, pero llegará un día en que ese dolor desaparezca.

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    1. Justo ayer leí un artículo que decía que si miramos la vida en el trancurso de siete años, la mitad de la gente de nuestro entorno será diferente. Es decir: si miras tu vida con 18 años, luego con 25 luego con 32... Más de la mitad de la gente de tu entorno, habrá cambiado.

      Muy de acuerdo con tu último párrafo. Duele, pero al final, siempre, todo pasa :)

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  2. Ay sara que bien escribes, pero ya que tu blog se titúla Caminando entre sonrisas, por favor, ponme una entrada que me haga sonreír por las mañanas que se necesita. que en la condición del ser humano hay muchas cosas buenas!!! jajajaja ;D

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    1. Muchas gracias por lo de qué bien escribo!!
      Si vieras una comparativa de mis entradas, verías que la mayoría son alegres, pero casualmente, tú las que lees son las tristes! Aún así, a las entradas tristes siempre las doy un toque positivo :)

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  3. una entrada estupenda
    justo hoy quise subir algo de esto y me sirvio mucho
    me encanto la forma que tenes de presentarlo
    me hago seguidor tuyo en hora buena Sara.

    un saludo

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    1. Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado :)
      ¡Un saludo!

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  4. Cuando se van de tu vida..una parte tuya se va con el.

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